Otitis en gatos producida por otodectes

Existe predisposición en gatos de pelo largo.

Dentro de las variadas afecciones del oído externo del gato, encontramos la otitis producida por un parásito del orden Acarina, el otodectes cynoti. Este tipo representa más del 90% de los casos de otitis externa en cachorros y adolescentes.

El otodectes se ha encontrado en conejos y hurones. En pocos casos se ha registrado la transmisión al humano (presentando dermatitis papulosa y otitis parasitaria) por lo cual se deben extremar las medidas sanitarias preventivas.

Si bien en los felinos no hay diferencia de presentación entre sexos, hay una evidente predisposición en las razas de pelo largo (persa, himalayo, etc.). En cuanto a la edad, vimos que es más común en cachorros y que se infectan a temprana edad (desde las 2 semanas) en criaderos contaminados; es una enfermedad enzoótica en criaderos de pelo largo.

Con el tiempo se van desarrollando anticuerpos y pueden producir una reacción de hipersensibilidad tipo I o Arthur, que puede persistir luego del tratamiento acaricida. La reacción inmunológica normalmente limita la infestación en los adultos, sin embargo, algunos con reacciones insuficientes podrían ser los perpetuantes de la parasitosis. Aparentemente las condiciones estresantes como el hacinamiento, falta de higiene, mala alimentación etc. favorecen la presentación y el crecimiento de esta parasitosis.

Ciclo biológico del parasito – Otodectes cynoti

Los parásitos adultos se diferencian en macho y hembra y copulan por varios días, luego la hembra pone huevos que maduran y pasan por varios estadios larvarios y juveniles hasta llegar a adulto y comenzar nuevamente la actividad reproductora. El ciclo total dura alrededor de 21 días y ocurre íntegramente dentro del conducto auditivo externo del paciente, no obstante se pueden encontrar parásitos adultos y formas juveniles sobre la cabeza, cuello, dorso, base de la cola y ambiente, en este último se han mostrado muy resistentes. Según un cálculo hecho por un parasitólogo, una pareja de estos parásitos puede producir un millón y medio de descendientes en tres meses.

Los ácaros se alimentan de la exudación de la inflamación que producen y de la descamación de la piel.

Signos clínicos y lesiones

El parásito en el conducto auditivo externo produce una inflamación del tipo de una reacción alérgica, con enrojecimiento y edematización, produciendo una secreción marrón negruzca bastante característica, que puede variar de una consistencia pastosa a seca.

La presentación de una otitis purulenta en presencia de otodectes, de la misma forma que una gran presencia de parásitos en un animal adulto, es una indicación de deficiencia inmunológica, por lo tanto debería investigarse la presencia del Síndrome de Inmunodeficiencia Viral Felina (VIF).

La otitis por otodectes produce generalmente prurito leve o moderado.

El efecto irritante sobre el conducto, se traduce en prurito que en general es de baja a mediana intensidad. Esto produce el típico sacudimiento de la cabeza y el rascado de las orejas, produciendo heridas y falta de pelo en la porción posterior de las mismas. Podemos encontrar asociadas lesiones de dermatitis miliar con costras, en la cabeza y el cuello. El animal puede estar nervioso, fácilmente irritable y con poco apetito por las permanentes molestias. Es opinión de algunos dermatólogos que la dermatitis con prurito en la cabeza y cuello producida por este ácaro, suele estar subdiagnosticada, por lo cual recomiendan hacer siempre los raspados de piel, inclusive aunque no se observen en el conducto auditivo.

Los repetidos traumatismos del cabeceo y el rascado pueden producir un hematoma del pabellón auricular (otohematoma), con lo cual se complica el cuadro clínico. Además, con el tiempo se puede asociar una infección secundaria en la mayoría de los casos por la levadura Malassezia pachydermatis, que perpetúa la otitis aún después de haberse eliminado el otodectes.

El prurito puede ser muy bajo o prácticamente inexistente lo cual transformaría a estos en portadores asintomáticos si no fuera por la presencia constante de la secreción oscura en sus oídos. Por lo tanto siempre que se observe este tipo de secreción se debe investigar la presencia de los ácaros.

En algunos pocos casos, puede producirse la otitis interna debido a la perforación timpánica, esto provocaría la presentación de un síndrome vestibular.

Diagnóstico de otitis en gatos

La utilización de un otoscopio con lente de bajo aumento permite ver fácilmente los ácaros.

El diagnóstico se hace sobre la base de los síntomas clínicos y a la observación directa de los parásitos en el conducto auditivo externo, se ven como puntitos blancos que se mueven sobre el fondo oscuro del la secreción. La utilización de un otoscopio con lente de aumento mejora mucho la visibilidad. Si no se cuenta con este instrumento se deberá hacer un extendido de la secreción y observar a menor aumento en el microscopio. Es llamativo ver duplas de ácaros unidos por sus porciones posteriores, el macho adulto se une a una ninfa que si se transforma en hembra completar el ciclo reproductivo con la fecundación y posterior eliminación de los huevos.

Si hay signos de otitis y no se observan los parásitos en forma directa, se deberá hacer el diagnóstico diferencial con otras causas. Se puede hacer un estudio citológico de la secreción, y posteriormente un cultivo y antibiograma. En las localizaciones cutáneas se debe diferenciar de los otros ácaros posibles (Sarcoptes, Notoedres, Cheyletiella, etc.).

El médico veterinario debe incluir la revisación de los oídos de los gatitos que vienen para la primera vacunaciones, en especial si es de pelo largo y proviene de un criadero o de un refugio con alta concentración de gatos.

Transmisión

El estrecho contacto entre gatos facilita la transmisión de la parasitosis.

Esta parasitosis es transmisible por contacto directo entre y que viven dentro del mismo hábitat. En gaterías es más fácil todavía, debido a sus hábitos de mantener estrecho contacto, como dormir juntos, lamerse, etc.

Según la experiencia del experto de www.foyel.com, esta enfermedad sólo se ha presentado en gatos que provenían de criaderos, pensiones y casas de venta. Todas con gran cantidad de que mantienen la parasitosis en forma permanente.

Tratamiento

El tratamiento debe ser destinado a atacar tres puntos fundamentales:

1- Eliminar el parásito del paciente.

2- Controlar la infección secundaria y los agentes perpetuantes de la otitis.

3- Evitar el contagio y la reinfestación.

Para eliminar el parásito se debe ablandar y sacar la abundante secreción ceruminosa y luego se utilizan distintos insecticidas, la forma de aplicación y la frecuencia será de acuerdo a la farmacocinética de la droga.

Como mínimo se debe hacer tratamiento durante tres o cuatro semanas.

Para eliminar el parásito de las localizaciones ectópicas, se deberá realizar un baño con un champú insecticida y luego aplicar algún producto tópico para pulgas con efecto residual. Todo se debe realizar una vez por semana durante 4 semanas como mínimo.

El control de las infecciones secundarias se realizará con los antibióticos y/o antimicóticos específicos para cada caso, y la hipersensibilidad con corticoides sistémicos.

El tratamiento del otohematoma tiene una indicación quirúrgica clásica, aunque se puede intentar la aspiración del contenido y posterior inyección.

Para evitar el contagio o la reinfestación, se deberán tratar con las indicaciones anteriores todos los que se mantienen en contacto. El ambiente se tratará con los insecticidas ambientales utilizados para combatir las pulgas.

Se deberá tener especial cuidado al ingresar de otros criaderos ya sea para servicio o en forma permanente, del mismo modo se deber tener un estricto control en exposiciones, pensiones y cualquier otro lugar de alta concentración de gatos.-

En algunos casos se han observado reacciones de hipersensibilidad a medicamentos utilizados en los oídos, con signología similar a la otitis primaria, por lo tanto si la otitis no cede a pesar del tratamiento, se deberá suspender éste y observar si se resuelve sola una vez discontinuado el tratamiento.

Fuente: M.V. Rubén Mario Gatti (www.foyel.com)

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