El olor de los hurones

hurones marshall
Cada hurón tiene su olor característico que otros hurones pueden distinguir.

El olor característico de los hurones proviene de una serie de glándulas que se distribuyen por todo su cuerpo y que producen una substancia oleosa de olor desagradable.

La finalidad de esta substancia es identificar a cada hurón con su marca personal ya que, aunque a nosotros nos pueda parecer que todos los hurones huelen igual, esto no es así. Cada hurón tiene su olor característico que otros hurones pueden distinguir. Esta marca olorosa es una firma con la que el hurón señala cual es su territorio a otros hurones.

A diferencia de otras especies animales, las glándulas causantes de este olor desagradable no son perianales, situadas en la base de la cola, sino que se distribuyen por toda la superficie corporal a nivel subcutáneo.

Estas glándulas también están desarrolladas y contienen un líquido de olor desagradable, pero podríamos decir que no se “usan” habitualmente. Su secreción solo se libera cuando el animal está asustado o excitado. Esta característica justifica el apodo de los turones (parientes salvajes de los hurones) que no es otro que “hediondo”.

¿Podemos evitar el olor de los hurones?

La respuesta es de ninguna manera. Hay formas de reducir el olor que desprenden los hurones, pero nunca se la puede hacer desaparecer por completo, la única opción es conseguir que este olor sea lo menos intenso posible.

Existen varias formas de disminuir la intensidad del olor de los hurones, que han de emplearse juntas para conseguir una máxima reducción:

  • En primer lugar, está demostrado que la secreción de las glándulas tiene un olor más intenso en los animales no castrados con respecto a los animales castrados. Esto es especialmente válido en el caso de los machos, en los cuales un macho “entero” tiene un olor mucho más intenso que un macho castrado.
  • En segundo lugar, se sabe que determinados alimentos en la dieta de nuestro hurón contribuyen a que el olor que éste desprende sea más intenso. Lo peor para el olor de nuestros hurones es suministrarles una dieta que contenga pescado. Además de que el pescado no les gusta a la mayoría de los hurones. No incluyamos el pescado su dieta, nuestro olfato lo agradecerá y nuestra mascota también.
  • Pese a lo que se pueda creer, el bañar con mayor frecuencia a nuestros hurones no va a hacer que estos huelan mejor, al contrario, tiene un efecto contraproducente. Un exceso de baños hará que nuestro hurón huela peor, puesto que las glándulas cutáneas estarán hiperactivas después de cada baño devolviendo a la piel a los niveles normales de secreción. Como ya comentamos en noticias anteriores conviene evitar bañar a nuestros hurones más de una vez al mes.
  • Pese a lo que podamos creer, la mayor parte del olor que percibimos en el lugar donde habitualmente se mueve o habita un hurón no provienen del propio hurón, sino del mobiliario que le rodea. En sus paseos el animal va impregnando los objetos que le circundan con sus secreciones olorosas, con lo cual, a la hora de la verdad, lo que menos huele es el hurón propiamente dicho. Para reducir el olor que desprende el animal lo mejor es un lavado / fregado concienzudo de la zona por la que se mueve.
  • Pese a que las glándulas perianales no son responsables del olor “habitual” que desprende un hurón, sí lo son del fétido olor que puede llegar a desprender un hurón excitado o asustado. El aroma se volatiza rápidamente y un lavado con agua y jabón normal elimina cualquier olor en la piel o muebles.

Al contrario de sus parientes los zorrillos, el hurón no puede dirigir el rocío de estas glándulas ni tienen la posibilidad de realizar varias descargas en un lapso corto de tiempo. Estas glándulas, además de utilizarlas como defensa, también tienen la función de lubricar el bolo fecal.

La extirpación de estas glándulas, si bien no va a contribuir a que el olor de estos animales sea de manera habitual mejor, sí logrará evitar que en las situaciones ya descritas tengamos que abandonar la habitación hasta que se disipe la nube apestosa que a dejado nuestro animalillo, y lo peor es que su duración puede ser considerable.

La operación de extirpación es muy simple, y no parece tener consecuencias desfavorables sobre la calidad de vida del animal.

Finalmente, cabe destacar que no todos los hurones huelen igual de mal. Hay ejemplares que desprenden un olor mucho más intenso que otros, y contra esto no puede hacerse nada.

Fuente: www.veterinario-vetersalud.com

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