La serpiente de maíz

Es una mascota independiente y se adapta fácilmente a cualquier espacio.

La serpiente de maíz es una de las macotas más demandadas gracias a su capacidad de adaptación a cualquier espacio. Sus brillantes ojos dan la sensación de alerta constante y sus cambios de color, debido a la muda de la piel, la convierten en un reptil muy singular.

Su nombre científico es Elaphe Guttata y proviene del sudeste de los Estados Unidos. Se encuentra en grandes extensiones de coníferas, en zonas pedregosas o, incluso, en madrigueras abandonadas. Una de sus características más singulares es que, además de reptar por el suelo, también suele subir a los árboles.

La serpiente de maíz tiene una longitud que ronda los 180 centímetros si se encuentra en buenas condiciones. Su robustez se contradice con su apariencia física, ya que presenta un cuerpo alargado y delgado, a primera vista endeble. Para determinar su estado de salud nos fijaremos en su piel: si tiene arrugas puede que sufra alguna carencia alimenticia.

Es muy difícil relacionar este reptil con unas tonalidades concretas debido a la mutación, que altera continuamente su color. Durante esta época, justo antes de la primavera, los ojos se le irán oscureciendo hasta obtener un azulado claro mientras que la piel tomará un tono blanquecino. Para que la muda sea correcta es preciso rociarle el cuerpo con agua tibia justo antes de la mutación; de esta manera comenzará el proceso durante las 24 horas siguientes.

En cuanto al sexo de estas serpientes, es fácilmente identificable a través de las escamas, teniendo en cuenta que las hembras presentan de 41 a 62 y los machos, de 67 a 86.

Los reptiles tienen una gran facilidad para mover objetos. Son capaces de desplazar una pantalla de vidrio o de madera y, por ello, la tapa del terrario tiene que ser lo suficientemente resistente como para que no pueda huir. Su hábitat debe estar bien ventilado, por lo que lo más recomendable es hacer agujeros en las paredes de un tamaño menor al de la cabeza de la mascota.

Las medidas mínimas son de 100 x 50 x 50 cm, así pueden crecer sin problemas. Además, incentivarás su entretenimiento si colocas ramas para que trepen y se enrosquen, plantas artificiales no tóxicas y piedras grandes que podrás adquirir en establecimientos especializados. Los escondites son su lugar de relajación, así que una buena opción sería colocarle un recipiente dado la vuelta o un tronco hueco. El agua del bebedero de plástico se renueva cada dos o tres días, ya que muchas no sólo sacian la sed, sino que además se bañan en ella.

La temperatura ideal oscila entre los 25 y los 30º C durante el día. En cambio, por la noche es preferible disminuirla a 20-22º C. Un método posible para lograr este objetivo es adquirir piedras calefactoras.

En cuanto a la luminosidad nocturna del terrario, no es imprescindible. Debido a la visión por infrarrojos, típica de estos animales, y a los hábitos crepusculares que les caracterizan, la luz excesiva les causaría molestias, produciéndoles alteraciones en su comportamiento. Si lo consideras oportuno, puedes colocar una luz especial para reptiles nocturnos o una bombilla roja de baja intensidad.

La alimentación

Los roedores son la comida preferida de las serpientes. Ellas mismas se encargan de cazarlos cuando los sueltes en el terrario, para alimentarse cada siete o diez días. La cantidad dependerá del tamaño y edad de la serpiente. Una vez haya llenado el estómago, se tranquilizará de forma instantánea; será en ese preciso momento cuando no hay que molestarla manoseándola o metiendo la mano en el terrario.

Debido a su visión por infrarrojos, únicamente define los objetos cuando desprenden calor, por eso es difícil acostumbrarla a las presas muertas. Aún así, la captura directa de la mascota al roedor tiene sus inconvenientes, ya que la presa puede atacar al reptil. Para que esto no ocurra, se recomienda adquirir este alimento en establecimientos, ya que lo venden envasado y congelado. Si comprobamos que los ratones no son de su agrado, una posible variante en su dieta pueden ser los polluelos recién nacidos y suplementar la alimentación con complejos vitamínicos.

Esta variedad de reptil no es muy sociable y siempre intentará zafarse para estar tranquila. Se aconseja cogerla por el cuerpo y nunca por la cabeza, porque necesita moverla libremente para indicar la dirección que quiere tomar en cada momento. Si su orientación no se corresponde con la que tú quieres tomar, guíala hacia el lugar deseado.

Aunque no tarda mucho en adaptarse, hay que tomarse este proceso con paciencia hasta que se acostumbre a estar en tus brazos. Ten en cuenta que estas serpientes, por muy poco corpulentas que parezcan, tienen mucha fuerza y puedes salir.

Fuente: Facilisimo.com

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