La leishmaniosis canina

Es una enfermedad que se propaga entre los perros a través de picaduras de mosquitos.

El agente causante de la leishmaniosis es un parásito llamado Leishmania Infantum, que vive dentro de las células sanguíneas. La enfermedad se propaga entre los perros a través de las picaduras de mosquitos, en especial el Phlebotomus, que habita en la cuenca mediterránea. El contagio se realiza cuando la hembra del mosquito pica a un perro infestado de Leishmania y días después pica a un perro sano, transmitiéndole con su saliva el parásito.

¿Es posible el contagio por contacto directo con heridas, saliva, durante peleas, juegos, etc.?

Desde el Centro Veterinario Bitxos nos dicen que no. Siempre es necesario que intervenga el mosquito, ya que es allí donde el parásito sufre las transformaciones necesarias hacia su forma infectante. Otras formas de contagio son estadísticamente difíciles.

¿Qué perros tienen más riesgo de contagio?

Los perros con más riesgo de contraer la enfermedad son aquellos que viven todo el tiempo en el jardín, y sobre todo aquellos que duermen fuera toda la noche, ya que el mosquito suele picar al anochecer y al amanecer.

Además, las personas y muchos mamíferos, entre ellos los gatos, son susceptibles de contraer la enfermedad. Pero a diferencia de estos, la especie canina tiene una particular susceptibilidad a padecer la enfermedad, ya que su sistema inmunitario no es capaz de combatir correctamente al parásito como las otras especies.

En el área mediterránea la leishmaniosis humana es de muy baja incidencia, y normalmente la padecen personas con su función inmunitaria disminuida (enfermos de SIDA, personas sometidas a tratamientos inmunosupresores, transplantados, tratados con quimioterapicos, etc.)

¿Aumenta el riesgo de contagio a las personas el convivir con un perro enfermo de leishmaniosis?

No, el riesgo de contagio ya existe por el hecho de vivir en una zona endémica de leishmaniosis, o sea una zona donde la enfermedad es de aparición frecuente todos los años. Por lo que no hay mayor riesgo al vivir con un perro enfermo.

Los signos clínicos que presenta un perro afectado por leshmaniosis son:

  • Anorexia, adelgazamiento, depresión
  • Úlceras recurrentes en la piel
  • Zonas sin pelo y con caspa, sobre todo en la cara y extremidades anteriores
  • Hemorragias nasales
  • Uñas que crecen demasiado
  • Fiebre que no responde al tratamiento habitual
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos externos
  • Cojeras intermitentes que no responden a tratamientos habituales
  • Diarreas crónicas
  • Lesiones inflamatorias oculares

Mi perro esta aparentemente sano, ¿puede tener leishmaniosis?

Sí, ya que el periodo de incubación de la enfermedad, desde la picadura del mosquito hasta la aparición de los primeros síntomas puede ser de varios meses, por lo que un perro clínicamente sano puede estar incubando la enfermedad.

Estos perros sin síntomas pueden ser detectados por técnicas de diagnóstico precoz, siendo los perros detectados en esta fase los que presentan mejores perspectivas, ya que se los comienza a tratar cuando aún el parásito no ha lesionado ningún tejido de forma severa. Desde en Centro Veterinario Bitxos recomiendan el control mediante test sanguíneo una vez al año, siendo lo ideal realizarlo a principios de otoño.

El diagnóstico se realiza un análisis de sangre, que detecta la presencia de anticuerpos circulantes de Leishmania Infantun, es decir, demuestra que el perro ha sido picado por un mosquito portador.

¿Podemos tratar la leishmaniosis?

Existen diversos tratamientos para esta enfermedad, aunque todos suponen un desembolso económico y de tiempo importantes. Sin embargo, hoy en día estos tratamientos son bastante efectivos y consiguen controlar satisfactoriamente la enfermedad en la mayoría de los animales. La efectividad del tratamiento siempre va a estar condicionado a la fase en la que se tome a la enfermedad, el estado del perro antes y durante el proceso, a las lesiones producidas, al grado de infestación, etc.

Es importante saber que los perros no siempre se llegan a curar totalmente de la enfermedad. Los perros enfermos deben ser controlados periódicamente con análisis sanguíneos y tratados de nuevo si hay indicios de recaídas. El objetivo del tratamiento es que los perros no presenten ningún síntoma y permanezcan clínicamente sanos.
Aquellos perros que al momento del diagnostico presentan una insuficiencia renal son los que tienen un pronostico menos favorable y van a requerir mayores cuidados y esfuerzos para salir adelante.

Mi perra tiene leishmaniosis, ¿puede criar?

La enfermedad no se transmite a través del útero, ni por la leche, así que los cachorros nacerán sanos, pero desde este centro desaconsejan la reproducción en los animales enfermos, ya que el gasto orgánico y el estrés de una gestación y lactación normalmente llevan a un empeoramiento del estado de la perra y a la aparición de nuevas lesiones y síntomas. Por lo mismo desaconsejan también la utilización de animales enfermos como cazadores o animales de exposición y competencia.

¿Podemos hacer algo para prevenir la enfermedad?

Por el momento no se dispone de ninguna vacuna efectiva contra la leihmaniosis.
Los mejores esfuerzos preventivos son evitar el contagio de la enfermedad y su desarrollo. Para esto recomendamos las siguientes medidas:

No dejar a los perros dormir fuera
Tratarlos con antiparasitarios externos, del tipo spot on, como Advantix o en forma de collar como Scalibor
Realizar un chequeo sanguíneo anual, para en caso de haberse producido el contagio, actuar de manera temprana

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